Conocidos futbolísticos han recorrido que la ansiedad mermaba su rendimiento deportivo y le impedía alcanzar su mejor nivel de juego. No son pocos los que han recurrido a ayuda profesional para vencer la presión que significa estadios colmados, todo un país pendientes de su resultado, justificar los millones que se pide o que se paga, etc.
Se ha demostrado científicamente que para contarestar situaciones fisiológicas y mejorar el rendimiento deportivo, hidratarse es primordial, pero sobre todo, es necesario dosificar los líquidos en cantidad y tiempo, es decir como la ingestión de estos debe ser antes, durante y después del ejercicio.
Las lesiones de rodilla pueden producirse por fuerzas extrínsecas o intrínsecas: · Las fuerzas extrínsecas son fuerzas externas que actúan sobre el jugador tales como cargar o chocar contra el adversario. · Las fuerzas intrínsecas son producida por el propio jugador, cuando acelera o desacelera al correr, detenerse, saltar o caer.
Desde hace tiempo atrás, en esta parte, las entradas en calor, tanto en los entrenamientos como en las competencias, han sufrido variaciones sustanciales. Indudablemente necesaria, en cualquier actividad deportiva, muchas veces no es tomada tan en serio como debería serlo.
La enseñanza del fútbol, como parte principal del trabajo del entrenador, debería abstraerse influencias externas y mezquinas e quienes rodean a este ambiente, en todas las edades de los futbolistas desde pequeños, cuando comienzan a patear un balón, comienzan a padecer, del deseo voraz de triunfar.
Las pérdidas de agua más importantes, por ser más generales en deportistas, son las producidas por la sudoración, si el clima es agoviante y la duración del esfuerzo es intensa, la incidencia de todos los factores determinan pérdidas de líquido del orden de 3000 a 5000 mililitros.
Puede producirse por: ataque cardiaco, asfixia, electrocución, accidente cerebro vascular, sobredosis de droga, traumatismos toráxicos.